15 julio, 2008

¿Lavado de cerebros, o ...insulto a la inteligencia? (Las dos cosas)

Mientras más se estudia sobre la ideología de moda, más impresiona lo anticientífico de sus dogmas.
...y un poco de música... ¿por qué no? (aquí "Voces de Primavera" de Strauss)

Los siguientes párrafos son copiados textualmente del entrañable "Tratado de Botánica", de Strassburger (et al), uno de aquellos clásicos que todo el que haya estudiado ciencias ha de recordar con especial cariño.
La cita es de la quinta edición española, (de Marín), y corresponde al capítulo dedicado a la fisiología vegetal, en el inciso donde se trata la importancia del gas carbónico (el demonizado CO2) en la vida y el desarrollo de de las plantas (paginas 198-199). Es un artículo breve pero interesantísimo, que amerita ser leido y meditado detenidamente:
"....Para que resulte más comprensible este concepto, a primera vista sorprendente, de la importancia del anhídrido carbónico atmosférico, es necesario tener una idea clara de las cantidades de anhídrido carbónico que contiene permanentemente nuestra atmósfera y de las cantidades de carbono retenidas por formar parte de los vegetales. Como muestran numerosos análisis, la proporción de anhídrido carbónico en el aire no alterado por el hombre es extraordinariamente constante. Por término medio representa 0,03% en volumen; inmediatamente al nivel del suelo la cifra es un poco mayor por razones fáciles de comprender.
Hay pues 0,5-0,6 mg de CO2 por litro de aire, 0,5-0,6 g por metro cúbico, o sea 0,13-0,16 g de carbono. Se ha calculado que, en cifras redondas, unos 300 billones de kilogramos de carbono forman parte de la masa total de la vegetación de nuestro planeta, mientras el contenido total en anhídrido carbónico de la atmósfera alcanza unos 2100 billones de kilogramos, con cerca de 570 billones de kilogramos de carbono. El crecimiento anual de la masa vegetal debe fijar unos 13 a 22 billones de kilogramos de C, de manera que, aunque estas cifras sean poco exactas, se terminarían rápidamente las reservas y no sería posible un desarrollo durable de la vegetación a partir del anhídrido carbónico atmosférico, si no existieran fuentes permanentes de CO2 que mantuvieran siempre la constancia cuantitativa observada en el aire.
Es cosa notable el que la misma vida dé lugar a una restitución permanente en gran escala de CO2. Una de las características del ser viviente es que respira para la conservación de su existencia, y en esta respiración emite, en la mayor parte de los casos, CO2 entre otras substancias. Un hombre adulto espira, por ejemplo, en 24 horas, cerca de 1 Kg de CO2; del mismo orden de intensidad es la respiración de los animales y también la de las plantas superiores. Pero, ni siquiera haciendo entrar en cuenta la exhalación de los volcanes y la actividad de nuestra industria, serían capaces el hombre, los animales y las plantas superiores de mantener la constancia que se observa en la proporción de anhídrido carbónico del aire, si, al lado de ellos no viviese y respirase la ingente multitud de los llamados organismos inferiores, en especial de los bacterios edáficos, cuya producción de CO2 es enormemente grande.
En sólo un centímetro cúbico de buena tierra agrícola se cuentan varios miles de millones de bacterios y se calcula que la producción horaria de CO2 es de unos 2 a 5 Kg por hectárea; en los suelos forestales todavía es considerablemente mayor.
De ello resulta una producción de CO2, tan elevada que permite comprender perfectamente el papel decisivo que desempeñan estos microorganismos en el equilibrio de la cantidad de CO2 en el aire. A su producción de CO2 se debe también el que la cantidad de tal gas en el aire alcance los valores máximos junto al nivel del suelo."
Meditando el contenido del artículo:
En primer lugar, se trata de una traducción española directamente del original alemán; los "billones" entonces, son billones hispanos, es decir, un billón es un millón de millones (el billón yanki es de mil millones). Por lo tanto, cuando se habla de "un billón de kilogramos" (un millón de millones de kilogramos), se puede reemplazar la expresión por la más familiar de "gigatonelada" Gton (un mil millones de toneladas).
Pinchar las fotos para ampliar.

Del tenor general del artículo Se puede ver que la existencia de CO2 atmosférico se agotaría rápidamente por el consumo de las plantas, si no hubiera fuentes muy copiosas de restitución. La población bacteriana del suelo, (miles de millones de bacterios por centímetro cúbico), es la que literalmente mantiene la vida en el planeta, al reintegrar el gas carbónico a la atmósfera, con lo que permite la pervivencia de la vegetación toda.
"En sólo un centímetro cúbico de buena tierra agrícola se cuentan varios miles de millones de bacterios y se calcula que la producción horaria de CO2 es de unos 2 a 5 Kg por hectárea; en los suelos forestales todavía es considerablemente mayor."

Pero esto ...¿Acaso no es precisamente lo contrario de las creencia general?.
La gran mayoría de la gente (si no toda) está convencida de que los bosques son grandes consumidores de CO2, y por ello se les cree "purificadores" del aire, y se supone que ayudan a "detener" el presunto "cambio climático". La verdad científica entonces, es exactamente lo contrario: la gran importancia de los bosques en el ciclo del Carbono está en que son eficientes productores (restituidores) de CO2 a la atmósfera, cuestión que resulta vital para la vida en el planeta.
Me imagino un bosque ideal, maduro y exuberante Como el de la foto): puede tener unos 600 metros cúbicos de volumen biomásico por hectárea. Entre un 60 y un 80 % de esta masa vegetal es agua; la densidad anhidra es de alrededor de 300 kilogramos por metro cúbico, y normalmente entre 30 y 40% de toda la materia sólida-seca será carbón: es decir, unos 72.000 kilogramos de carbón por hectárea, lo que en equivalente CO2 es igual a 265.000 kilogramos de gas (el factor es 3,68). Suponiendo una especie de rápido crecimiento, estas condiciones se pueden lograr en Chile, en 30 años.
Sin embargo, en la misma hectárea de bosque, la respiración y metabolismo de los bacterios edáficos está aportando a la atmósfera unos 5 kg de CO2 por hora, lo que en un año sumará 43.800 kilogramos. Es decir, en 6 años el ecosistema forestal aportará al aire la misma cantidad de CO2 que, -en el mejor de los casos,- su biomasa en crecimiento demoró 30 años en "secuestrar".

Voy a suponer que sólo el 30% de la superficie continental global está constituido por tierra fértil (es decir, tierra con actividad bactero-edáfica), esto es, 4 mil millones de hectáreas a nivel mundial. Calculando por la emisión horaria de 2 a 5 kg/hora de CO2 por hectárea, la producción anual global de CO2 por este concepto llega a ser de 70 a 175 Gton (gigatoneladas).
Las estimaciones que conozco de la emisión industrial mundial de CO2 van entre 3,6 Gton/año (de un informe O.N.U) a 20 Gton/año (de admoniciones de Su Santidad Górica). Objetivamente estas estimaciones no son confiables, tanto por lo dificultoso de los cálculos, como por los inocultables intereses espúrios, o lo divergente de los resultados, pero es lo que hay.
Sorpresivamente entonces, se verifica que la principal fuente de "contaminación" del aire por CO2 NO son las emisiones industriales.

Todavía más reveladoras son las siguientes magnitudes globales:

La existencia total de CO2 en la atmósfera, es de 2.100 Gton (105 veces la emisión industrial anual).
El equivalente CO2 contenido en la biomasa vegetal terrestre, es de 1.100 Gton (55 veces la emisión industrial anual).
El total de CO2 contenido en el sistema atmósfera+biomasa terrestre, totaliza entonces 3.200 Gton (160 veces la emisión industrial anual).

Y todo lo anterior sin tomar en cuenta al actor más importante del reparto: el mar.

La estimación de la existencia total de CO2 disuelto en el mar varía entre 100.000 y 170.000 Gton, entre 50 y 80 veces la existencia total en la atmósfera (como para creer en los supuestos "consensos" científicos).
Pero todavía hay un aspecto más a considerar; la alta solubilidad natural del CO2 en agua. Esta es una propiedad química del gas carbónico que está en proporción inversa a la temperatura del agua: agua más fría, mayor solubilidad y viceversa.
El agua a 0 grados Celciuss puede disolver espontáneamente 1.713 ml de CO2 por litro de agua, mientras que a 20 grados Celciuss la disolución es de 880 (ml/litro). Obviamente estos valores varían para el agua de mar, por salinidad, pH, etc., pero al parecer no hay mucho interés de investigar estas minucias, así que los datos exactos no son fáciles de ubicar.
Por el momento habrá que conformarse con los aprox. Entonces, considérese que la superficie global oceánica se puede estimar en unos 500 millones de kilómetros cuadrados; tomo la capa termodinámicamente más activa, los primeros 10 metros bajo la superficie, es decir, 5 mil billones de metros cúbicos. Estos pueden estar a desde 0 grados en los mares circunpolares, hasta 30 grados en mares ecuatoriales.
Si toda esta capa superficial del océano estuviese a 0 grados, podría contener hasta 13.700 Gton de CO2 en disolución; si toda ella estuviese a 20 grados, podría contener hasta 7.000 Gton. (la densidad del CO2 es de 1,6 kilogramos por metro cúbico).
Como el agua superficial del mar está en constante circulación, y variando su temperatura en ese rango, entonces habría un stock de hasta 6.700 Gton de CO2 permanentemente en disposición de intercambiarse del mar a la atmósfera y viceversa sin que el ser humano tenga participación alguna (más de 300 veces la emisión industrial global anual), sólo dependiendo de los cambios espontáneos de temperatura.
Corolario: si la capa superficial del mar aumentara su temperatura media global en 1 décimo de grado centígrado (y nadie se daría cuenta), quedarían espostáneamente unas 33 Gton de CO2 en disposición de ser liberadas a la atmósfera (50% más del total de la emisión industrial anual). La temperatura del mar depende solamente de la radiación solar.


Y todavía hay más sobre este peligroso contaminante (me refiero al CO2): Del mismo libro tomo la siguiente guinda:
El anhídrido carbónico:
La concentración de anhídrido carbónico que existe en la atmósfera es en muy numerosos casos insuficiente para que el aparato fotosintético funcione según su máxima capacidad. A plena luz solar el anhídrido carbónico debe representar siempre un factor limitante; cuando la luminosidad excede de 1/10 todo el anhídrido carbónico disponible puede ya ser consumido por las plantas esciófilas. Es posible, pues, provocar en muchas plantas una intensificación de la fotosíntesis por medio de un aumento en la concentración de CO2, todos los demás factores constantes.
Este conocimiento puede hallar aplicación práctica. En el cultivo de tomates, pepinos, etc., en invernadero, se ha logrado, en determinados casos, hasta triplicar la cosecha, elevando artificialmente la concentración de anhídrido carbónico (hasta 0,1% de CO2 como máximo). Como ya se indicó, la concentración de anhídrido carbónico es, de ordinario, considerablemente mayor en la proximidad inmediata de la superficie del suelo que a pleno aire, como consecuencia de la intensa respiración de los microorganismos.





Contaminación con CO2; ¿Nos venden la mula? ....Así parece.
















Un bosque maduro de coihue (1.000 kilómetros más al Sur). A pesar de las apariencias, un peligroso contaminante (productor neto de CO2)

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08 julio, 2008

La carta al excelentísimo... (cuya respuesta se desconoce...)....

...y un poco de música... ¿por qué no? (aquí el vals para piano No. 1 de Brahms)">


...Con motivo de la Conferencia de Bali, (en plena apoteosis Górica), un grupo de 100 científicos de verdad hicieron llegar una carta pública al Secretario General de Naciones Unidas, el coreano Ban Ki Moon.

La larga lista de 100 personalidades, (la mayoría climatólogos, geólogos, oceanólogos, y de ciencias afines), con sus grados académicos y cargos (actuales o eméritos), ocuparían varias páginas de texto (3 páginas con el formato más abigarrado), así que fué preferible instalarla en otra web; puede verse aquí.

Por suerte encontré una traducción bastante buena en un blog español (más bien bilingüe), muy interesante que puede visitarse aquí; es la que reproduzco más adelante.
El excelentísimo Sr. Ban, actual Secretario General de tan benemérita como fundamental organización, es de nacionalidad coreana, y posee un bachillerato en "Relaciones Internacionales" y una maestría en "Administración Pública".
Se entiende entonces, que con esa sólida formación científica, una de sus preocupaciones prioritarias haya sido acometer, sin dilación, la batalla contra el "calentamiento global", causante, -como se sabe,- del "cambio climático", la amenaza más grave y el desafío más acuciante que enfrenta, hoy por hoy, la humanidad(*).
En este contexto, ha de entenderse una de sus primeras y trascendentales medidas: nombrar a tres personalidades icónicas de la progresía mundial como "embajadores mundiales para el cambio climático"; la Dra. Gro H. Brundtland famosa por su inforne de 1987, al que se le bautizó con su nombre; un segundo prócer cuyo nombre no recuerdo, y.... ni más ni menos, el ex-presidente socialista de Chile, el Sr. Ricardo Lagos Escobar.
La importancia de estos nombramientos, así como las responsabilidades del cargo son de tal magnitud, que exceden la comprensión de la gente común (como yo, lo confieso), pero no cabe la menor duda que tal embajada será como una digna antesala para sendos y merecidos Premios Nobel de la Paz, que seguramente se materializarán en los próximos años.
La Dra. Brundtland fué quien discurrió el eufemismo "Desarrollo Sustentable", con el que hasta hoy se trata de convencer a los países pobres para que renuncien al desarrollo económico, lo cual no está resultando con China ni la India, (al parecer) para consternación de la ecoprogresía europea.

Antes de la reunión de Bali (a la que el sumo pontífice Al Gore arribó en jet privado, al igual que muchos otros próceres, seamos justos), el excelentísimo Sr. Ban estuvo de visita en el sur de América, invitado por el gobierno socialista de Michel Bachelet (de Chile).
Fué paseado en helicóptero por los glaciares de la Patagonia, que en el lado chileno caen directamente al mar, en unos desplomes de hielo que constituyen un espectáculo de soberbia belleza, que muchos consideran único en el mundo, pero que el señor Ban lo interpretó como evidencia del derretimiento de los glaciares.
Luego fué llevado a la Antártida, donde estuvo en la Villa Las Estrellas (allí había unos niños jugando en el techo de la escuela, que estaba sepultada bajo la nieve), y también visitó una base coreana (¿?).
Al parecer reparó que en algunos sectores aparecía pasto (Deschampsia antárctica, o coirón antártico, gramínea), lo que interpretó como evidencia del "calentamiento" de la Antártida. Quizá no supo que estaba aún fuera del Círculo Polar Antártico, en una latitud equivalente a la de Escocia, Islandia o Noruega, en el Hemisferio Norte.
En fin, en Bali, el excelentísimo Sr. Ban declaró que su viaje al Sur del mundo había sido como ver "una película de terror".

El Sr. Ban es feligrés de la "iglesia" Moon (en feliz coincidencia), la que cree que Dios se ha encarnado en el reverendo Moon, un coreano multimillonario (es decir, que se ha hecho multimillonario después de descubrir su divinidad, y comunicarla al mundo).
Obviamente que la confesión religiosa no es relevante al momento de acceder a cargos diplomáticos internacionales; se menciona el hecho sólo como ilustración.
El Sr. Lagos Escobar, por su parte, primer chileno y primer americano en ser nombrado "embajador mundial para el cambio climático", es abogado y economista, socialista de siempre, aunque converso a la economía de mercado, y con una larga carrera en la intrincada maraña de organismos inútiles de la benemérita y fundamental organización.

Ha declarado sin ambages que la problemática del "cambio climático", no es asunto científico, sino político; de esto se puede suponer entonces que quizá abrigue la creencia de que el clima de la tierra esté dependiendo de las medidas que sabiamente discurran los políticos (impuestos, controles, prohibiciones, etc.). El Sr. Lagos Escobar (Dn. Ricardo Froilán), muestra una peligrosa tendencia al faraonismo, aunque no alcanza los niveles de paranoia del Sumo Pontífice Gore
A veces pienso que los políticos creen de buena fé y sin malicia que son los llamados a salvar al mundo. ¿De qué?, no importa; por el momento han descubierto que si nos dejan vivir como queramos, la Tierra se recalentará hasta hacerse inhabitable, y terminaremos todos sancochados como en un baño turco en el desierto de Libia en verano, con los polos derretidos y todos los puertos bajo metros de agua. Afortunadamente están ellos para planificar nuestra salvación;
¿Es posible tanta ingenuidad? ¿o es pura y simplemente ignorancia?.
Algunos sostienen que detrás de tanto interés por la salvación del planeta se esconde en realidad una enorme sed de nuevas cuotas de poder y nuevos nichos de pingües negocios a costa nuestra. Es la opinión, entre otros, del Presidente de la República Checa, Sr. Vaclav Klaus, y del ex premier alemán Sr. Helmut Schmidt.

(*) (....Aunque algunos despistados sostengan que la miseria, el atraso crónico, el hambre y las epidemias en Africa y algunas partes de América Latina parecen ser problemas tanto o más acuciantes que el "cambio climático", por fortuna el consenso científico mundial ya ha establecido claramente las prioridades).


En fin, paso a reproducir la carta:

Excmo Sr. Ban Ki-moon

Secretario General, de las Naciones Unidas

New York, NY


Estimado señor Secretario General,


Re: conferencia de la ONU sobre el clima llevando al mundo en la dirección equivocada.

No es posible detener el cambio climático, un fenómeno natural que ha afectado a la humanidad a lo largo del tiempo. Testimonios geológicos, arqueológicos, orales y escritos dan fe de los dramáticos problemas que plantearon a las sociedades del pasado cambios imprevistos en la temperatura, las precipitaciones, los vientos y otras variables climáticas. Por lo tanto, necesitamos equipar a las naciones para que puedan resistir frente a toda la gama de estos fenómenos naturales mediante la promoción del crecimiento económico y la generación de riqueza.

El Grupo Intergubernamental de Expertos de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (IPCC) ha publicado conclusiones cada vez más alarmantes acerca de la influencias sobre el clima del dióxido de carbono (CO2) producido por los humanos, el gas no contaminante que es esencial para la fotosíntesis de las plantas.
Si bien entendemos las pruebas que los han llevado a ver las emisiones de CO2 como perjudiciales, las conclusiones del IPCC son totalmente insuficientes para justificar la aplicación de políticas que disminuyan notablemente la prosperidad futura. En particular, no se ha demostrado que sea posible alterar significativamente el clima mundial a través de recortes en las emisiones de gases de efecto invernadero debidas a los humanos.
Además, dado que los intentos de reducir las emisiones causarásn un desarrollo más lento, es probable que el enfoque actual de la ONU en reducción de CO2 aumente el sufrimiento humano del futuro debido al cambio climático, en lugar de disminuirlo.

Los resúmenes IPCC para “formuladores de políticas” son lo más leído de los informes del IPCC entre los políticos y gente sin formación científica, y son la base para la mayoría de la formulación de políticas sobre el cambio climático. Sin embargo, estos resúmenes son preparados por un núcleo relativamente pequeño de redacción a partir de los proyectos definitivos aprobados línea por línea por los representantes de los gobiernos. La gran mayoría de los contribuyentes y revisores del IPCC, y las decenas de miles de científicos que reúnen las condiciones para comentar sobre estos asuntos, no participan en la preparación de estos documentos.
Los resúmenes, por lo tanto, no pueden ser representados como una opinión de consenso entre los expertos.

Contrariamente a la impresión dejada por los informes resumidos IPCC:

- Las recientes observaciones de fenómenos tales como el retroceso de los glaciares, la subida del nivel del mar y la migración de las especies sensibles a la temperatura no se pueden considerar como pruebas de una variación anormal del clima, dado que no se ha demostrado que ninguno de estos cambios quede fuera de los límites de la variabilidad natural conocida.

- La tasa media de calentamiento de 0,1 a 0. 2 grados centígrados por década registrada por satélites durante los fines del siglo XX corresponde a tasas naturales conocidas de calentamiento y enfriamiento durante los últimos 10.000 años.

- Hay líderes científicos, entre ellos algunos altos representantes del IPCC, que reconocen que hoy los modelos actuales en computadora no pueden predecir el clima. En consonancia con ésto y en contra de las previsiones de modelos computacionales [n.t.: estadísticos?], no ha habido un calentamiento global neto desde 1998. El que la temperatura actual siga una meseta tras el período de calentamiento a finales del siglo XX es coherente con la continuación de ciclos climáticos naturales de varios decenios o milenios.

En marcado contraste con la afirmación que se repite con frecuencia de que la ciencia del cambio climático está “confirmada” (n.t. decidida, fijada, asentada??), recientes e importantes investigaciones sujetas al sistema de revisión por pares han arrojado más dudas sobre la hipótesis de un peligroso calentamiento global causado por el ser humano. Pero debido a que se dieron instrucciones a grupos de trabajo del IPCC en general (véase http://ipcc-wg1.ucar.edu/wg1/docs/wg1_timetable_2006-08-14.pdf), para examinar los trabajos publicados sólo hasta mayo de 2005, estos resultados más recientes no se incluyen en sus informes.
 Es decir, los informes de evaluación del IPCC ya están materialmente obsoletos.

La conferencia sobre el clima de la ONU en Bali ha sido planeada para llevar al mundo a lo largo de un camino de graves restricciones de CO2, haciendo caso omiso de las lecciones del aparente fracaso del Protocolo de Kyoto, la naturaleza caótica del mercado de CO2 en la Comunidad Europea, y la ineficacia de otras iniciativas costosas para frenar las emisiones de gases de efecto invernadero.
 Un análisis equilibrado de costes y beneficios no proporciona apoyo a la introducción de medidas globales para limitar y reducir el consumo de energía con el fin de limitar las emisiones de CO2. Además, es irracional aplicar el “principio de precaución”, ya que muchos científicos reconocen que tanto el enfriamiento como calentamiento climáticos son posibilidades realistas a medio plazo.

La atención actual de Naciones Unidas en “la lucha contra el cambio climático”, como se ilustra en el Informe del Desarrollo Humano del 27 de Noviembre, dentro del Programa de Desarrollo de Naciones Unidas, distrae a los gobiernos de la adaptación (o: la necesidad de adaptarse) a la amenaza de los inevitables cambios climáticos naturales, independientemente de las formas que puede adoptar. La planificación nacional e internacional ante estos cambios es necesaria, con un enfoque en ayudar a nuestros ciudadanos más vulnerables a adaptarse a las condiciones que tenemos por delante.
 Los intentos de impedir que el cambio climático mundial se produzca son, en última instancia, inútiles, y constituyen una trágica mala asignación de recursos que serían mejor empleados en los problemas reales y acuciantes de la humanidad.


Le saludan atentamente,
(A continuación la lista de los 100 científicos firmantes).

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