01 diciembre, 2011

La “Iglesia Climática de Los Santos de Los Ultimos Días”, prepara su propio Tribunal de la Santa Inquisición.


Hay un blog llamado “Ud. no se lo cree”, de un tal Ferrán P. Vilar, (español, supongo, o quizá deberé decir “peninsular”), que podría considerarse “arquetipo y paradigma” de la militancia apostólica “climática”; es decir, el tipo defiende con tal furia los dogmas y la desinformación propalada por la ONU (y sus agentes) sobre el supuesto “calentamiento climático”, que podría decirse que Antonio (Ruiz de E., el mismo), parece un niño de pecho en comparación. ¡Que digo!, si hasta Al Gore se pondría colorado si leyera el blog. No miento si digo que Ferrán aparece como más algorista que Al Gore.

El tipo gusta de explayarse en largas filípicas contra sus “enemigos” (es decir, los “negacionistas del clima”), donde deja de manifiesto un fanatismo apostólico que asombra.

Recomiendo el blog. Nos da una idea sobre la estructura mental que pueden llegar a tener los prosélitos de esta nueva religión del “Calentamientoclimático”.

En su última entrega Ferrán nos da una noticia verdaderamente preocupante.

Sucede que en su concilio de Durbán, donde se han reunido los cardenales del clima a debatir sobre sus próximas cruzadas, dejaron un día para analizar los temas de la “ética climática” (no es chiste, también el clima tiene su “´ética”).

Dice el escribidor:

El lector habitual de este blog sabe que el negacionismo climático es aquí un tema recurrente, y los más asiduos recordarán que he llegado a sugerir en más de una ocasión el carácter criminal de los propaladores de tanta falsedad. Observo hoy con enorme satisfacción la organización, en el marco de la conferencia de Durban, de un acto dedicado específicamente al negacionismo organizado, tratado además desde un punto de vista ético, bajo el título: “Ética de la campaña de desinformación climática”.

Así, tal cual; a continuación relata la participación de algunos alucinados que se empeñan en descalificar a los incrédulos ahora con argumentos “éticos”.

Por ejemplo, un tal Donald A. Brown, catedrático de la Penn State University (Pensilvania) y alma del web Climate Ethics, quien “dijo enseguida, nada más comenzar, sin rodeos, contundentemente:

“Climate denial is a new form of assault on humanity.”

("El negacionismo climàtico es una nueva forma de agresiòn contra la humanidad")

Más adelante tuvo ocasión de referirse al carácter criminal de este comportamiento tomado individualmente, reconociendo sin embargo que su articulación jurídica es complicada (tricky)”.

Ahora resulta que dudar de los dogmas de una iglesia pagana y atea donde se endiosa a un concepto tan acomodaticio como “el clima” resulta un “comportamiento individual de carácter criminal”, y se discurre sobre la articulación jurídica para la represión de tal crimen. Una verdadera Inquisición en ciernes.

Y hay que recordar que esta gente se reúne (ahora en Durbán), con gastos pagados a cuenta de los contribuyentes de todos los paises (sí, usted también).

“Full moral depravity”, (la completa depravación moral), ha dicho el tal Brown, y “Climate change is a perfect moral storm” (el “cambioclimático” es una tormenta moral perfecta), ha puntualizado otro enajenado, un cierto Gardiner (Stephen M. Gardiner, de la Universidad de Washington),

El siguiente párrafo es de colección:

“Por su parte, John Rosales (John Rosales, de la Saint Laurence University), ha comentado cómo Obama le ha pedido a Bill McKibben, líder del movimiento 350.org, que le ayude a fomentar en su país la demanda popular de acción climática hacia el poder político, ahora decaída, mediante la potenciación de movimientos de base (grassroots). “Nosotros solos no podemos con ello”, parece ser la postura del Gobierno de los Estados Unidos al respecto. Se supone que McKibben es financiado por éste, pero desde luego no resistirá comparación posible con el flujo de fondos movilizado por la maquinaria de negación. Con sólo grassroots frente a la inmensidad de poder de la persuasión sofisticadamente organizada difícilmente se puede superar la fase meramente testimonia”l.

En esta impresionante confesión, Ferrán confirma que la ONG (“ambientalista y sin fines de lucro”) 350.org y su abnegado líder está financiada por el gobierno de Obama, y que este mismo personaje (Obama), es parte consciente de la conspiración. Entiéndase bien: no se trata de un político ignorante que de buena fé se dejó engañar por la ideología bien vendida del “calentamientoclimático”, sino de un cómplice que participa en la conjura, tal cual su compañero de partido Al Gore.

Y por si quedaban dudas sobre que están formando una nueva iglesia:

“Por supuesto no han olvidado mencionar la pasividad culpable de los medios de comunicación, que, en palabras de Brown, “han fallado en su obligación de poner de manifiesto el asombroso gran asalto al interés de la humanidad” por parte de esta maquinaria. Sólo le ha faltado referirse a la nada desdeñable influencia del fundamentalismo cristiano, pero eso quizá sería pedirle demasiado a un estadounidense que ya se la juega bastante cada día, y más con esta aparición frente al mundo”.

“La pasividad culpable de los medios de comunicación”: ¡¿o sea, que la imparcialidad no está entre las cualidades que deba tener un medio de comunicación?. Tienen a la BBC-Mundo, Reuters, CNN (propiedad de Ted Turner, malthusiano confeso, financista del IPCC, miembro de nota del “Club de Roma”), tienen los principales diarios, si sólo les falta controlar INTERNET. Y siguen hablando de “pasividad culpable”; entonces la prensa mundial –en su concepto- debería estar totalmente abocada a la propaganda “climática”, del “Club de Roma” y la ONU, o sea una suerte de catequesis pagana.

Y termina despachándose contra el fundamentalismo cristiano”, lo que resulta clarísimo: toda nueva “iglesia” debe atacar a otras creencias para “legitimarse”.

Ya lo saben entonces los incrédulos: los “informes” del IPCC, las cartillas de la ONU las ocurrencias de Phil Jones o de Jim Hansen son dogmas de fé. Y si alguien no les cree estará cometiendo un crimen “ético” contra el clima, por el cual perfectamente podrá ser perseguido y condenado.

He dicho muchas veces que esto ya es más que un fraude político-comercial hábilmente urdido; es también una amenaza gravísima para la libertad misma en Occidente: en esta ideología-tonteología se incuba el germen de un nuevo totalitarismo mundial. El totalitarismo del Siglo XXI.

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1 Comments:

At 10:40 a. m., Blogger Gustavo Diverso said...

Muy buen articulo. Le dejo este link de un biólogo uruguayo que aporta mucha luz sobre este tema: http://edicionespuntocero.com/2010/06/15/globotomia-argentina/

 

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