23 agosto, 2010

"Estamos bien ...los 33, estamos en el refugio"

Estamos bien...... (están a 700 metros bajo tierra, con alimentos que se dijo podrían alcanzarles para 72 horas).

Ya pasaron 18 días, y las esperanzas de que estuvieran vivos, eran, hay que decirlo, prácticamente nulas. Pero estos hombres conocen su oficio. La cámara transmitió la imagen de un minero que se ve sano, nada desfalleciente como era lógico de esperar; además el video muestra luces en la caverna, con lo que se demuestra que han racionado prudentemente sus baterías, y no han quedado a oscuras, uno de los peligros más acuciantes de la situación. Se sabía que en la mina habría filtraciones de agua, e incluso los mineros del otro turno se mostraban confiados de que no faltaría el aire, y en efecto, no ha faltado.

Hay que consignar que la hazaña de los ingenieros ha sido épica. Se dijo que los planos de la mina no eran exactos; y en realidad, uno de los sondajes que alcanzó la profundidad, llegó a ninguna parte, lo que fue un balde de agua fría para todo el país, y hasta provocó el quiebre del ministro de Minería que no pudo contener las lágrimas ante el fracaso. El primer intento de rescate pretendió hacerse, como es lógico, por las chimeneas de ventilación, pero un nuevo derrumbe las selló para siempre. Luego se iniciaron los sondajes, con maquinaria traída de otras minas, y aún de otros países. Dos intentos ya habían fracasado, y las probabilidades de éxito se esfumaban día a día.

Pero ahí están, vivos, los 33. Hace pocos dias, con motivo del fracaso del intento anterior, entrevistaban a un minero viejo para el noticiario. El hombre se mostraba tranquilo y perfectamente confiado en que los atrapados sobrevivían.

Lo más notable de la jornada, ha sido, sin duda, constatar el temple de acero de estos hombres. ¿Quién podría, resistir, sepultado a 700 metros bajo tierra por 18 días, sabiendo que no hay escapatoria posible, sin caer en la desesperación?. Mas ahí están las cartas que enviaron amarradas al martillo de la sonda. Una dice simplemente "Estamos bien los 33 en el refugio"; en la otra, uno de ellos se dirige a su esposa, haciéndole un relato sucinto de lo que han vivido (y aprovecha de mandar saludos y recados a la parentela). Esto es portentoso, demuestra una presencia de ánimo fuera de lo común, sobrehumana, casi, y hace abrigar las más optimistas esperanzas. Son ellos los que nos están dando ánimos a los que estamos afuera. Uno de los mineros del otro turno decía que en el fondo del pique se siente cuando hay máquinas perforando desde la superficie, y este sólo hecho debería ser crucial porque los atrapados habrían sabido siempre, desde el primer día, que se está haciendo todo lo humanamente posible para rescatarlos.

Lo otro es el espíritu de cuerpo que nos sale siempre ante situaciones límite. Aquí no hay nadie que no tenga la seguridad de que los vamos a sacar, cueste lo que cueste; sólo que hasta hoy decíamos "vivos o muertos", pero ahora la esperanza cierta de que salgan vivos nos deja la vara mucho más alta. Hay que rescatarlos, y un fracaso no se perdonará. Por su parte, ellos saben que está todo el país empeñado en sacarlos, lo han sabido siempre, y eso explica en parte, su entereza.

Con toda seguridad se han organizado, y deben tener estructurada una jerarquía espontánea en torno al o los más experimentados (los hay desde 19 hasta 60 años), algo que ocurre siempre aquí, donde las emergencias son bien comunes. se puede decir que está en el ADN.

Ahora viene lo más difícil; los ingenieros han determinado horadar un conducto nuevo para sacarlos, un ducto que tendrá unos 60 centímetros de diámetro, y que deberá hacerse con precisión y cuidado quirúrgicos, porque la mina está colapsada y subsiste el peligro de nuevos derrumbes. Este túnel permitirá sacarlos uno por uno, jalándolos ...700 metros, .... y la proyección más optimista ha sido que este trabajo podría hacerse en 90 días. Los no tan optimistas dicen cuatro o cinco meses.

Esto implica mantenerlos vivos y sanos durante todo ese tiempo, y además con el mismo temple que han tenido hasta ahora, porque la moral, la calma y el ánimo de ellos mismos, serán el requisito más crucial del rescate.

El detalle que permite un prudente optimismo está, repito, en las cartas que enviaron. Ahí no se lee un "sáquennos de aquí", o un "ayúdennos" o un "por favor", etc. En lugar de eso, "ESTAMOS BIEN, LOS 33 EN EL REFUGIO".

Todos esperamos que la próxima sea la Navidad más feliz de los últimos años en Chile, con los 33 rescatados sanos y salvos.

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Un querido amigo y antiguo condiscípulo en la enseñanza media, el hoy ingeniero en minas, Alvaro Gómez L. que ha estado desde el primer día colaborando con las labores del rescate, con una de las máquinas perforadoras propiedad de su empresa, me ha enviado estas fotos, (primicias), que por privadas no son las que publica la prensa. Las primeras muestran el trabajo frenético de las perforadoras que tratan de dar con el "refugio" de los mineros, una labor que para su éxito necesitaba una buena dosis de milagrismo, por las razones que antes dije y que mi amigo confirma; en la última, el ingeniero Gómez conversa con el Presidente de Chile, Sebastián Piñera.




".......Amigos Míos : Quiero compartir con Uds. la tremenda alegría que sentimos todos los que trabajamos en la minería por el milagro de encontrar vivos a los 33 mineros. Uno de ellos trabajó conmigo más de 12 años, otro estuvo algunos meses. Todos de la misma familia minera.

Desde el primer dia estuvimos presente, tuvimos varios rescatistas que casi se nos van en el intento de bajar por la chimenea, fuimos la primera empresa en llegar e iniciar los sondajes (la máquina roja con blanco) ibamos primero pero nos desviamos y lo intentamos varias veces, en eso estábamos cuando otra empresa logró llegar, que importa la empresa lo importante era establecer el contacto. Les cuento, que dar con el refugio era realmente darle a una aguja en un pajar, algo que muchos pensábamos solo con un milagro lo conseguiríamos….. y sucedió...."